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lunes, 7 de enero de 2013

Totalmente natural

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Aunque la imaginación es una de las partes más importantes a la hora de escribir una novela, casi es muy difícil prescindir de ella, aunque hay casos en los que casi se obvia, hay novelas históricas que acaban siendo manuales, una parte también muy importante es la documentación. Cierto que dependiendo del género se debe recurrir más o menos a ellas, siempre es necesario por mucho que haya gente que creo que no, como ejemplo puedo deciros que si un escritor crea un mundo imaginario como lo hizo Tolkien, o George R.R. Martin, por poner indicadores, no escribir que unos humano recorre más de cincuenta kilometros diarios, por decir algo, cuando es imposible.
Siempre es necesaria en mayor o menor medidas una documentación, un estudio del entorno, personaje, y todo aquello en lo que se quiere entrar en detalles. Un claro ejemplo de escritor actual documentado es Perez-Reverte, puede gustar más o menos, pero nadie le puede negar su concienzudo trabajo de investigación.
 Escribiendo mi nueva obra, mientras miraba ciertas anotaciones para hacerla más creible, me acordé de los escritores naturalista. Esta fue una tendencia muy extendida en mediados del siglo XIX, donde los autores escribían sobre hechos realista, procurando por todos los medios ser lo más objetivos posible, y para eso se documentaban lo máximo posible en muchos casos incluso se adentraban a convivir con la gente sobre la que versaban su novela, por poner un ejemplo hubo escritores que entraron en antiguos manicomios para poder hablar con fundamento sobre el tema.
A continuación os dejo algunos escritores naturalista:
  •  Émile Zola: Padre de este movimiento literario, en el se encuentra el germen.
  • Vicente Blasco Ibañez: Este escritor español ampliamente comprometido con la situación de precariedad escribió novelas memorables como "La Barrca", o "La Bodega", donde escribe sobre las vicisitudes de la huelga de Jerez de finales del siglo XIX.
Quizás ahora os pique la curiosidad y os querréis DOCUMENTAR más sobre este movimiento tan fundamental de la literatura actual.
 

2 comentarios:

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  1. Voy a hacerte una pequeña corrección, si me lo permites.
    Émile Zola no fue el padre del realismo, sino del naturalismo. Como fundadores del realismo se considera a Balzac y Stendhal.
    El realismo y el naturalismo son dos movimientos similares, pero con algunas diferencias. El naturalismo es posterior y podría considerarse la evolución del realismo.
    El realismo trata de mostrar de forma fiel la realidad empleando principalmente la descripción y pretende reflejar y denunciar los males de la sociedad, pero para ello emplea una perspectiva principalmente burguesa, de la clase media.
    El naturalismo, por su parte, pretende reflejar de modo objetivo la realidad en todos sus aspectos, desde lo más sublime a lo más bajo y escatológico, desde la perspectiva de las clases más humildes. En ese movimiento imperan las corrientes filosóficas del pesimismo y el determinismo.
    En España no llegó a desarrollarse un naturalismo puro como el de Zola. Autores como Blasco Ibáñez o Pardo Bazán se encuentran a medio camino entre realismo y naturalismo.
    Galdós o Clarín podrían tomarse como ejemplo del realismo español.

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    1. Gracias por tu mágnifica aclaración, eso nos ayuda a aprender más sobre la literatura a todos. Un saludo amistoso

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